Star Wars!!!!!

Star Wars.

Son los mediados de Julio y desde hace un par de meses la maquinaria de marketing y promoción de Disney comenzó a subir el “hype” por el nuevo episodio de Star Wars. Mi primer pensamiento fue de desprecio, pensé que se alejarían de ese universo con el que crecí y que me hizo crecer. Hay valores que no se aprenden en casa y no porque no los quieran enseñar, sino porque simplemente no se conocen, pero varias películas me hicieron entender el concepto del honor, la hermandad, la solidaridad y la esperanza, principalmente la trilogía original de Star Wars.

JJ Abrahams fue el encargado de dirigir el proyecto y su trabajo en Star Trek. Desde un concepto purista en el universo de la ciencia ficción, era inconcebible que fuera él quien tocara esa franquicia antagonista gracias a sus fanáticos y la forma en que la defiende de los otros.

Mis expectativas para el trailer de lanzamiento eran funestas, nefastas, trágicas, apocalípticas, pero conforme avanzados los fotogramas en mi pantalla descubrí que las cosas habían cambiado pero no habían cambiado tanto, que ese trailer me había mostrado una visión de Star Wars mucho más cercana a la de la trilogía original que a la que vimos al inicio del nuevo milenio. Me emocioné.

Después llegó Celebration, en Anaheim y durante los últimos cinco lustros de mi vida he tenido la fortuna de estar cerca del mundo del entretenimiento de una forma muy peculiar… haciendo entrevistas, platicando con los actores, creadores, directores, artesanos que se encargan de hacer de la fantasía algo tan real que puede mover masas y crear séquitos infinitos de adeptos. Sin embargo la edad también nos alcanza y hay que tomar decisiones acorde a los años que llevamos en este planeta… Yo decidí trabajar y generar patrimonio… Amo mi profesión periodística y me da tristeza darme cuenta que es una de las peor pagadas en México y tal vez en una gran mayoría de países, así que dejé pasar la oportunidad de volver a acercarme a Star Wars como lo hice hace más de 10 años cuando tuve la oportunidad de platicar con Lucas y compañía para el Episodio II.

Celebration para mi fue la primera ocasión en que, como muchos otros oficinistas apasionados de “algo”, tuve que abrir una ventana secundaria en mi computadora, ponerme los audífonos e ir “monitoreando” la conferencia. Eventualmente abandoné el trabajo por unos 40 minutos para escuchar a director, actores veteranos y nuevos y darme cuenta que Abrahams estaba regresando a los orígenes, abandonando el abuso de CGI que tuvo Lucas en la segunda trilogía.

Ahora con el trailer presentado en la San Diego ComiCon —que ni siquiera es un trailer, es un detrás de cámaras— me quedó claro lo orgánico que lucirá este nuevo episodio y la emoción ahora se desbordó en un par de lágrimas incontrolables. Puede parecer absurdo que un tipo de mi edad pueda emocionarse hasta las lágrimas por el simple video de una película, pero para mí y tal vez para muchos, con este y otro tipo de formas de entretenimiento o expresiones artísticas, lo emocionante radica en los recuerdos y carga emocional que asociamos a ellas.

En mi caso son las desveladas con mis primos en los veranos de vacaciones para “cachar” en HBO la transmisión por primera vez en la historia en cable de los primeros tres episodios, meter los casettes Beta y grabarlos para poder reproducirlos hasta el cansancio. Recordar la emoción de ver el árbol de navidad repleto de juguetes… AT-AT’s, el Halcón Milenario, la A-Wing y un Tie Fighter… y también recordar que dejarlos en el abandono representó que mi madre los regalara al primer ropavejero que se apareció por la casa después de tres años después de haberme ido a vivir solo.

Lo que tengo claro ahora, es que la primera vez que vaya a ver Star Wars The Force Awakens, lo que haré solo, prefiero que un montón de desconocidos me vean con los ojos vidriosos y no algún conocido o conocida.

Star Wars está de vuelta y también mi sentimentalismo melancólico… Maldita mercadotecnia…